Cómo reciclar tu viejo sillón

Tras años de uso, ha llegado el momento de sustituir tu viejo sillón por uno nuevo.

Una vez seleccionado el modelo, la tapicería y el tipo de motor ya estamos listos para recibir nuestro nuevo sillón, ahora sólo debemos deshacernos del antiguo para hacerle hueco.

Es precisamente en este momento donde nos surgen las dudas. Ha llegado la hora de desechar nuestro antiguo sillón o mobiliario, pero, ¿dónde debemos tirarlo?.

Los sillones están compuestos por distintos tipos de materias, que van desde la madera, tela o piel, hasta la espuma o material electrónico como transformadores o motores. Sin embargo, esta completa composición no impide que tu sillón sea RECICLABLE.

La mejor opción es llevarlo a un punto limpio, desde allí ellos se encargarán de separar y gestionar los distintos tipos de residuos, evitando que dispositivos peligrosos entren en contacto con el medio ambiente y que parte de dichos residuos puedan ser aprovechados a través del reciclaje.  Muchos municipios también disponen de un servicio de recogida, de esta forma es el propio ayuntamiento quien se encarga de retirar los muebles y llevarlos al punto limpio.

En cuanto a nuestro nuevo sillón, es posible que éste lleve distintos tipos de embalaje, en su mayoría, bolsas y protecciones de plástico que deberemos depositar en el contenedor amarillo y cajas o recubrimientos de cartón, que deben ir contenedor azul.

Si además de todo esto seguimos sencillos consejos cómo: desenchufar el sillón si vamos a estar un tiempo sin usarlo, no limpiar la tapicería con productos abrasivos, alejar el sillón de la exposición de luz directa y continuada…

Conseguiremos que nuestro sillón luzca como nuevo mucho más tiempo, prolongando su vida útil y disminuyendo los residuos generados.

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